Imagina que visitas un lugar remoto de México en donde aún viven jaguares y pumas, los depredadores más grandes del país. Al caminar por las selvas podrías ver sus huellas en el lodo, las marcas de sus garras en algunos troncos y percibir el olor en los rocas marcadas por su orina. Tendrías la sensación que desde algún lugar te están observando y que eres una más de las posibles elecciones de su menú.
Ahora imagina que además de jaguares y pumas, también habitan dos especies de felinos dientes de sable, leones, osos y lobos, todos de mucho mayor tamaño que los actuales. Además comparten el hábitat con cuatro especies de “elefantes”, perezosos terrestres de cuatro toneladas, armadillos del tamaño de un “vocho” y una comunidad de seres prehistóricos que recuerdan a la silvestre África de hoy en día...
No, no es una película de Hollywood, ¡es nuestro México durante la Edad de Hielo!
La Edad de Hielo más reciente se inició hace 110,000 años y terminó hace cerca de 10,000 años. Durante esta época la temperatura global de la Tierra disminuyó, se expandieron los casquetes polares y los glaciares, y los ecosistemas se transformaron.
Todos los seres fantásticos de grandes dimensiones, incluyendo mastodontes, mamuts, perezosos y armadillos gigantes vivían en nuestro país cuando los primeros seres humanos llegaron al continente americano hace más de 20,000 años.
Durante al menos cuatro milenios muchos de estos gigantes fueron víctimas fáciles de las lanzas de nuestros antepasados, expertos cazadores que aprovecharon la inexperiencia de esos colosos con nuestra especie; una criatura relativamente pequeña y por ello poco amenazadora pero que sin embargo tenía ya mucho tiempo de ser el animal más peligroso de la Tierra.
Paralelo a la llegada y establecimiento del hombre en América, el planeta entero experimentaba un cambio climático muy similar al que ahora tanto se comenta: un calentamiento global probablemente ocasionado por variaciones en el grado de inclinación del eje de la Tierra y su órbita alrededor del Sol y/o al incremento en la actividad solar. Esto provocó la liberación de gases de efecto invernadero acumulados en el suelo congelado cercano a los polos, lo que potenció ese calentamiento del clima, ocasionando cambios en los ecosistemas.
En México hace unos 10,000 años desaparecieron más de 80 especies de mamíferos terrestres, grandes, medianos y algunos pequeños pero principalmente los que pesaban más de 100 kg incluyendo los más resistentes y adaptables como los camellos.
El contenido y las ilustraciones de la sección fueron desarrollados por Sergio de la Rosa.
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