Los proyectos parten de la aplicación de un modelo de gestión territorial en corredores biológicos del sureste de México.
Este modelo promueve acuerdos entre las dependencias de los tres niveles de gobierno con los productores y sus organizaciones, para desarrollar actividades productivas propias de un desarrollo económico y social que supere los niveles de pobreza y marginación actuales, y que estén estrechamente vinculadas con la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad.