El 28 y 29 de noviembre de 2017 se impartió en Ciudad de Guatemala, Guatemala el “Taller de capacitación para la integración de datos cartográficos sobre el CBM en el Geoportal” con el objetivo de capacitar a los participantes en el proceso completo de integración de datos cartográficos a través del módulo mesoamericano del Geoportal de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Los embajadores de Alemania, Costa Rica y México, junto con autoridades del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) de Guatemala y del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), realizaron un recorrido de campo el 23 de febrero de 2018 al Corredor Biológico del Bosque Seco de Ostúa en el marco del proyecto de cooperación cuadrangular “Fortalecimiento de capacidades para la gestión territorial sostenible del Corredor Biológico Mesoamericano”.
Contenido
Contenido
Contenido
Los días 19 y 20 de septiembre de 2017 se reunirán en la Ciudad de México los representantes gubernamentales a cargo del tema de gestión de corredores de los gobiernos nacionales de los diez países de Mesoamérica, que integran el Grupo de Trabajo de Coordinadores Nacionales y Enlaces del CBM.
En marzo de 2017, se realizó un diálogo virtual con 25 actores de Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua y Panamá con el objetivo de definir el concepto de producción sostenible del cacao fino de aroma con aportaciones de informantes claves de países miembros del Proyecto Integración y Desarrollo de Mesoamérica (Proyecto Mesoamérica).
El 28 de febrero de 2017, se realizó en la Embajada de México en Guatemala el evento de lanzamiento del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades para la gestión territorial sostenible del Corredor Biológico Mesoamericano en Guatemala”. Durante la actividad, la embajadora de México, Mabel Gómez Oliver, destacó que este proyecto de cooperación triangular cuenta con la participación de Alemania, Costa Rica y México como oferentes de recursos, y Guatemala como país beneficiario.
Ing. Eric R. Barrientos, eric.rolando55@gmail.com
La reforestación en Guatemala, como en otros países de Latinoamérica, ha sido vista como una herramienta para recuperar las grandes pérdidas de cobertura forestal del país.
Sin embargo, la mayoría de los programas que se han desarrollado hasta la fecha carecen de una visión ambiental transgeneracional permanente y perdurable, de modo que permitan proteger la generación de bienes y servicios ecosistémicos y además reduzcan las vulnerabilidades a los desastres, especialmente aquellos asociados al cambio climático. Otra gran deficiencia que han tenido los programas de reforestación es el enfoque mismo, el cual ha sido más con perspectivas comerciales y/o como una mera acción mediática que no responde a una visión a largo plazo de sostenibilidad, y que sobre todo no considera la realidad local de las áreas reforestadas, ni las necesidades culturales y socioambientales de las poblaciones.
En respuesta a esto, se considera que se requiere un nuevo enfoque de la reforestación, que incluya elementos innovadores, más estratégicos y con una visión a largo plazo y con múltiples beneficios, como la conservación de cuencas, la seguridad alimentaria y el cuidado de la biodiversidad nacional. Este enfoque podría incorporar la reforestación de bosques de galería, que mantienen las condiciones naturales de cuencas, riberas y playas, lo que contribuye a evitar desastres y evita pérdidas de infraestructura, suelo fértil, biodiversidad y vidas humanas.
Otro elemento a incorporar son los árboles frutales nativos, que juegan un papel propio dentro del ecosistema, y también favorecen la diversidad por su función de refugio, alimento y conectividad entre sistemas ecológicos, y que además pueden ser fuente sostenible de alimento y elementos de mercado, lo cual redunda en el mejoramiento de los medios de vida de los pueblos y las familias rurales.
Este enfoque debería ser impulsado por la iniciativa privada, creando diferentes programas, proyectos y líneas de acción, y con base en el manejo integrado de cuencas, la implementación del componente forestal con especies nativas frutales y multipropósito, buscando satisfacer necesidades de alimento e ingresos de las familias rurales, y en contribución de servicios ecológicos y ambientales.
Estos proyectos deberán incluír las funciones siguientes:
- Protección de fuentes de agua
- Seguridad alimenticia
- Recuperación y protección de los frutales nativos
- Recuperación y protección de los caudales naturales
- Recuperación del ciclo hídrico
- Recuperación y protección de la biodiversidad
- Mejoramiento del suelo (incorporación de materia orgánica)
- Uso en sistemas agroforestales
- Producción de productos maderables (leña, madera, postes y otros)
- Creación de corredores biológicos para la conectividad en agropaisajes
- Fuente de néctar para producción de polen y miel
- Protección del recurso suelo
- Secuestro de carbono (mitigación al cambio climático)
- Belleza escénica
Estos programas emplearán especies seleccionadas de manera participativa con los productores, con especial atención a las especies nativas, y frutales nativas para evitar su extinción, potenciar su valor comercial y adaptación.
En cuanto a la adaptación al cambio climático, las especies nativas jugan un rol importante en la resistencia a sequías, plagas y enfermedades, en comparación con especies introducidas o mejoradas. Algunas de las especies que se proponen en este nuevo enfoque de reforestación son las siguientes:
Ramón (Brosimun alicastrum), sapotáceas (Pouteria sapota, Pouteria viridis, Pouteria campechiana,Manilkara zapota, Chrysophyllum cainito L), marañón (Anacardium occidentale), manzana rosa o pomarrosa (Syzygium jambos o Eugenia jambos), anonáceas como la cincuya (Annona purpurea, Annona diversifolia, Annona muricata, Annona reticulata), tamarindo (Tamarindos indica), mango (Mangifera indica), sunza (Lycania platipus), aguacate criollo (Persea americana), chucte (Persea schiediana), castaña (castanea sativa), guamucho o mesquite (Prosophis juliflora), moringa (Moringa oleifera) mamey (Mamea americana), pataxte (Teobroma bicolor) y palojiote (Bursera simaruba).
También se sugiere reducir el uso de algunas leguminosas energéticas como madre cacao (Glyricidia sepium), ingas y otras.
Las plantaciones, según su especie, podrían recibir incentivos del INAB, denominados PINPEP y PINFOR, respectivamente, y otras más.
2012
La propuesta del Corredor Biocultural y de Desarrollo Sostenible Zunil-Atitlán-Balam Juyu’ parte del reconocimiento de la existencia y permanencia de una franja de bosques predominantemente latifoliados a lo largo de la cadena volcánica central y occidental de Guatemala, asiento ancestral de varios pueblos mayas.
El proyecto Fortalecimiento de capacidades para la gestión territorial sostenible del Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) en Guatemala fue aprobado en julio de 2016, por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ, por sus siglas en alemán).
2012
El Corredor Biológico Trinacional Montecristo es una estrategia territorial trinacional de conectividad consensuada a partir de un proceso ampliamente participativo e inclusivo, a escala de paisaje, con enfoque multinivel (comunitario, local, nacional, trinacional).
RevistaParques /Edición Diciembre 2012