Amenazas y acciones
La pérdida de la vida en la tierra es consecuencia de diversos impactos, que en su mayoría, involucran la actividad del ser humano. La transformación de ecosistemas y su deterioro, la urbanización, contaminación y el impacto de especies exóticas invasoras son solo algunos de los rostros que tiene la crisis ambiental y que afectan directamente a las aves.
De acuerdo al reporte del Estado de las Aves de 2018 de BirdLife, una de cada 8 especies de aves está globalmente amenazada siendo que 222 especies se encuentran en peligro crítico de extinción, 461 en peligro y 786 vulnerables. El monitoreo constante de las aves es de crucial importancia para entender la tendencia de sus poblaciones en el tiempo. Un importante estudio del 2019 (Decline of the North American avifauna) revela que desde 1970 se han perdido casi 3 mil millones de aves en Norteamérica. Las aves de pastizales, bosques boreales y zonas costeras, así como insectívoros aéreos (como golondrinas, tapacaminos y mosqueros) han sufrido las pérdidas más drásticas. Este efecto se ha visto incluso reflejado en una disminución del 14% del volumen de aves que migra hacia el sur del continente americano en sólo la última década. A continuación, enlistamos algunas de las principales amenazas a las aves del mundo:
Pérdida y deterioro de los ecosistemas
Las principales actividades que generan pérdida de hábitat, son la agricultura, la deforestación y el desarrollo urbano. El porcentaje de área terrestre de nuestro planeta que ha sido convertido a campos agrícolas ha aumentado de menos de 6% en 1700 hasta 38% en 2018. La apertura de nuevos campos sucede por la demanda de café, cacao, azúcar, aceite de palma y soya, y ocurre mayoritariamente en zonas tropicales, lugares de alta diversidad biológica. Aproximadamente dos terceras partes de las aves del mundo dependen de bosques, principalmente de los tropicales. Sin embargo, cada año se deforestan más de 7 millones de hectáreas por la demanda de leña, papel y la apertura de campos agrícolas y ganaderos. La deforestación además afecta los patrones del clima sobre los cuales la vida descansa.
Contaminación
De todos los tipos de contaminación, los que afectan más a las aves son los asociados con la agricultura, el aprovechamiento de madera y la industria. El uso desmedido de herbicidas, pesticidas y otros agroquímicos como los neonicotinoides son la mayor amenaza. Los químicos deterioran la salud de las aves, debilitan la calidad del cascarón de los huevos e incluso reducen las poblaciones de insectos de los que se alimentan. Su efecto puede darse tanto en los mismos campos de cultivo como en zonas circundantes ya que se infiltran en la tierra y pueden contaminar cuerpos cercanos de agua. Las aves marinas son particularmente sensibles a la contaminación por plásticos ya que pueden confundir pequeñas piezas plásticas con alimento, llevando a la muerte a cientos de adultos y polluelos de albatroces, gaviotas, petreles durante época de cría.
Colisión
Las colisiones de aves con objetos hechos por el ser humano es un desafortunado efecto del desarrollo de ambientes urbanos y de la industria energética. Se estima que alrededor de mil millones de aves mueren cada año en Norteamérica por colisiones con ventanas de casas y edificios. Los edificios presentan básicamente dos problemas por los cuáles colisionan las aves. El primero, la iluminación artificial, llama la atención de aves migratorias que usualmente migran de noche e impactan las ventanas u otros obstáculos. El segundo tiene que ver con el cristal ya sea porque es invisible o porque refleja el ambiente. Edificios cuyos cristales son muy grandes y que reflejan el cielo o vegetación como la de parques, tienen mayor probabilidad de colisión. En segundo lugar, las turbinas eólicas (aerogeneradores) y las líneas de trasmisión eléctrica asociadas, son responsables de la muerte de medio millón de aves en Norteamérica cada año.
Especies invasoras
A lo largo de la historia, los seres humanos han transportado animales y plantas en sus travesías como ganado, animales de compañía y cultivos como el trigo. También hay animales como algunos insectos, ratones y ratas que se han introducido accidentalmente. A todo este conjunto de especies que no pertenecen originalmente a un sitio, se les conoce como especies exóticas. Usualmente éstas no logran establecerse de manera silvestre en las condiciones de un nuevo lugar, sin embargo, algunas de ellas lo hacen tan bien que pueden volverse invasoras, es decir, que sus poblaciones aumentan y comienzan a desplazar a especies nativas. Esto puede tener efectos devastadores para la vida. Se han extinto 112 especies de aves debido a animales exóticos invasores. La mayoría fueron especies de islas y han sido los gatos los depredadores exóticos responsables de estas pérdidas.