Arrecifes de coral, arrecifes coralinos, arrecifes rocosos.
Comunidad marina de aguas poco profundas cercanas a la costa, dominada por comunidades coralinas y estructuras rocosas, con una gran diversidad de especies de algas, invertebrados y peces. Pueden ser coralinos, rocosos, mixtos y artificiales. Los arrecifes están cercanamente ligados con otros ecosistemas, ya que estas grandes estructuras coralinas o rocosas, cambian la dirección y velocidad de las corrientes marinas y ayudan en el establecimiento de otros ecosistemas costeros como manglares y pastos marinos.
Entre estos ecosistemas existe una relación muy importante donde organismos juveniles de peces e invertebrados de diferentes especies pasan su periodo de larva y juvenil en zonas de manglares y pastos marinos. Una vez que llegan a la etapa adulta, migran a los arrecifes en donde se reproducen y liberan sus huevecillos. Pocas horas después las pequeñas larvas harán su viaje a los manglares y pastos en donde crecerán hasta alcanzar el tamaño necesario para poder regresar al arrecife y el ciclo vuelve a repetirse.
Los arrecifes se encuentran dentro de una franja que se forma entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio y generalmente del lado oriental de los continentes. Esto se debe a que los grandes sistemas fluviales desembocan en las costas oeste de los continentes arrastrando sedimentos que enturbian las aguas. En México, se puede regionalizar a los arrecifes en tres zonas: La costa del Pacífico que incluye los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca). Las costas de Veracruz y Campeche, y por último, la costa oriental de la Península de Yucatán, que corresponde desde isla Contoy, Xcalak, hasta Banco Chinchorro. En esta ultima zona, se encuentra una parte de la segunda barrera arrecifal más grande del mundo, el “arrecife mesoamericano”. El área estimada que ocupan los arrecifes en el país es de aproximadamente cerca de 1,780 kilómetros cuadrados. Comúnmente, los arrecifes pueden existir desde a unos pocos centímetros de la superficie hasta 50 metros de profundidad.
En México existen sistemas arrecifales muy importantes como:
Pacífico. En la zona del Pacífico los arrecifes son relativamente pequeños y se encuentran geográficamente aislados entre sí.
Costas Nayarit
Costas de Jalisco
Costas de Oaxaca
Más del 10% de los arrecifes en el mundo se encuentran deteriorados gravemente. En 1994 surgió una iniciativa de carácter Internacional de Arrecifes (ICRI por sus siglas en inglés) apoyada por diferentes gobiernos y organizaciones de carácter internacional. Su objetivo es implementar programas a nivel local, nacional e internacional sobre la conservación, restauración y uso sustentable de los arrecifes.
Actualmente existen 13 áreas naturales protegidas (ANP) que incluyen zonas con arrecifes, nueve de ellas se encuentran en el Golfo de México y Mar Caribe y las restantes se encuentran en el Pacífico y Golfo de California. También dentro del marco de la Convención de Humedales de Importancia “RAMSAR” se han incluido zonas con arrecifes de coral. De los 51 sitios mexicanos inscritos dentro de la convención, 11 tienen arrecifes.
En general, en las aguas mexicanas el clima es subtropical a tropical, con una temperatura media anual de 26° a 28°C. Las condiciones para el crecimiento óptimo en los arrecifes de coral son temperatura entre los 22° a 28°C, intensidad luminosa alta y concentración baja de nutrientes.
A los corales formadores de arrecifes se les conoce corales duros o hermatípicos (del griego, hermai, pilar de piedra y tipico, característico de) y son los únicos que llevan a cabo la relación simbiótica con las zooxantelas. A los corales no formadores de arrecifes se les conoce como corales blandos o ahermatípicos. A diferencia de los corales duros, estos últimos no tienen relaciones simbióticas y su esqueleto es interno.En México el número de corales formadores de arrecifes es de aproximadamente 60 especies, entre el 8 y el 10 % de todas las especies conocidas en el mundo. La zona con mayor riqueza de especies de corales duros es el Caribe y Golfo de México donde viven alrededor de 45 a 60 especies. En el Pacífico se han registrado un máximo de 17 especies. Los corales blandos en México suman aproximadamente 50 especies.
Para que estos pequeños organismos lleguen a construir los grandes arrecifes que actualmente se conocen, los pólipos utilizan algunas sustancias disueltas en el mar transformándolas en carbonato de calcio, compuesto del que están hechos los corales. Los pólipos secretan su propio esqueleto de carbonato de calcio ayudados por unas pequeñas algas unicelulares llamadas zooxantelas (del griego, zion, animal y xanthos, amarillo). Con ellas los pólipos tienen una relación simbiótica (relación que beneficia a organismos de distintas especies), alga-coral, donde las algas depositan el carbonato de calcio de una manera mucho más rápida, y le proporcionan sustancias elaboradas por la fotosíntesis al coral. Los corales a su vez proporcionan sustrato para las algas que son uno de los grupos más importantes en los arrecifes por las funciones que realizan como alimento, producción de oxígeno, entre otras. En estos ecosistemas viven algas verdes, algas rojas y algas pardas o cafés. Además de los corales, una gran cantidad de especies como isópodos, anfípodos, poliquetos, anémonas, esponjas, moluscos, crustáceos, gran cantidad de peces de diferentes formas y tamaños viven en los arrecifes.
Los arrecifes coralinos son lugares con una gran importancia ecológica y se les conoce como hábitats críticos por su diversidad de funciones. Juegan un papel muy importante en la dinámica costera al prevenir la erosión y disminuir la fuerza del oleaje, además de constituir la estructura de protección más efectiva contra el fuerte afecto de las tormentas tropicales y huracanes. Todos estos organismos tienen una participación muy importante dentro del ecosistema, algunos como productores primarios, constructores del mismo arrecife, filtradores y depredadores. Los arrecifes son lugares de crianza, refugio, alimentación y reproducción de muchas especies de invertebrados y vertebrados principalmente de especies de carácter comercial dando alimento a una gran parte de la población mexicana.
Los arrecifes son afectados por la extracción o sobreexplotación de material coralino y de otros organismos que conforman el arrecife, la sobre colecta de especies ornamentales como el coral negro (Antipathes sp.), peces, anémonas, y otros invertebrados como animales de acuarios; la construcción de infraestructuras como puertos, marinas y diques para la navegación, la extracción de material para construcción (arena y piedra caliza) y dragado de puertos y canales; las actividades turísticas no reguladas o controladas; la contaminación de pesticidas, fertilizantes y basura, proveniente de zonas agrícolas y urbanas, junto con la sedimentación resultado de la erosión de zonas con un mal manejo forestal. El sedimento junto con la basura y los pesticidas sofocan a los pequeños pólipos de coral causando su muerte.
El aumento de temperatura en el mar resulta en el “blanqueamiento” de los corales. Este fenómeno sucede cuando las algas simbiontes mueren o son expulsadas de los pólipos debido a un aumento brusco de temperatura, a la radiación solar, alta concentración de sedimentos, nutrientes y a diferentes enfermedades. Los blanqueamientos de coral han aumentado. En los últimos 30 años se tienen registrado varios eventos drásticos de este fenómeno (1983, 1987, 1991, 1998, 2002 y 2005).
Las leyes mexicanas que protegen estos ecosistemas son La Ley General de Equilibrio y Protección al Ambiente (LEGEEPA), la NOM-059-SEMARNAT-2010 (enlista a las especies de flora y fauna en alguna condición de riesgo) y la NOM-022-SEMARNAT-2003 (establece la preservación, conservación, y restauración, de los humedales costeros).
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