Las especies que conocemos actualmente han tenido su origen en diferentes momentos de la historia de nuestro planeta. El origen de la mayor parte de esta diversidad se remonta a tiempos geológicos, así como a eventos y causas de diversa índole, como son la deriva continental, la dispersión y aislamiento de floras y faunas, la genética de las especies y su adaptación a diversos ambientes. Estos fenómenos dieron origen a las floras y faunas particulares de los continentes actuales.
A los espacios donde ocurrió el origen o la diferenciación de una especie o población particular se les ha denominado de manera general "centros de origen".
Estas especies o poblaciones al dispersarse o diferenciarse por diferentes fenómenos, como migraciones, aislamiento geográfico o reproductivo, mutaciones, dieron origen nuevamente a otras especies o formas y así sucesivamente.
Una especie o un grupo relacionado de especies pueden diversificarse más en regiones diferentes a las de su origen, a las que llegan a dispersarse por los fenómenos o procesos citados. Así pues los "centros de diversificación" actuales pueden no ser precisamente el centro de origen de una especie o un grupo biológico particular. Un ejemplo clásico es el de los pinos con su centro de origen en el noroeste de China y su centro de diversificación en el territorio comprendido entre México, Guatemala y Honduras. De un total de 111 especies en el mundo, en México viven 49 especies de pinos (44%).