México se caracteriza por su amplia y rica variación geológica, orográfica, ambiental, y es uno de los países con mayor diversidad biológica en el mundo. Asimismo, en este territorio se asentaron y desarrollaron numerosos grupos autóctonos, gran parte de los cuales aún están presentes y constituyen la principal riqueza cultural del país. El desarrollo de esta riqueza cultural en un paisaje megadiverso dio lugar también a un aprovechamiento heterogéneo de los recursos locales que condujo a la generación de por lo menos 100 especies cultivadas, muchas de las cuales tienen presencia actual en diferentes ámbitos tanto mundial como nacional. Resaltan el maíz, el cacao, la papaya, el nopal, el jitomate, el tabaco, la vainilla, el algodón, los magueyes, el frijol, el tomate, entre otros.
Para el caso del maíz, es en México dónde se ha reunido el mayor número de evidencias botánicas, arqueológicas, de uso y conocimiento, que confirman que en su territorio se originó este valioso cereal. Los parientes silvestres del maíz de los cuales se estima que se domesticó por medio de la intervención de los antiguos habitantes del territorio mexicano, los teocintles, tienen su centro de origen y diversidad en México, al igual que las especies del género Tripsacum, otro grupo de plantas emparentadas con el maíz.
Se considera entonces que los grupos humanos de Mesoamérica conservaron y reprodujeron o favorecieron variantes de teocintles que poco a poco se diferenciaron, primeramente en pequeñas mazorquitas de cuatro a ocho hileras de granos descubiertos hasta llegar a la gran diversidad de maíces que prevalece actualmente sobre todo en México, Guatemala, y también en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
La importancia de este cultivo en la alimentación, fundamentalmente, hizo que se expandiera a lo largo del continente americano.
Así que cuando los europeos llegaron a este continente, el maíz era posiblemente la principal planta cultivada en prácticamente todas las latitudes donde era viable su cultivo, desde el sur de Canadá hasta la parte meridional de Chile. La agricultura a través de cultivos tan productivos, como el maíz en México o la papa en Perú, favoreció el desarrollo de avanzadas y sofisticadas civilizaciones como los aztecas, zapotecos, mayas y purépechas en México, o el imperio del inca que se extendió en gran parte de lo que ahora es Ecuador, Perú, Bolivia y norte de Chile.
Actualmente se reconoce como un importante centro de diversificación de maíz a esta región de Sudamérica, pero no propiamente su centro de origen.