El gonfoterio de Cuvier, un proboscídeo de cuyos ancestros se han encontrado fósiles en México de más de 10 millones de años, el Cuvieronius tropicus prosperó en Norte, Centro y Suramérica por al menos los últimos 3.7 millones de años hasta que alrededor de 10,000 años atrás este paquidermo enfrentó su extinción.
Con 2.70 metros de altura al hombro y un peso que pudo superar las 5 toneladas, tenía una apariencia similar a la de los elefantes actuales pero con un cuerpo más robusto, alargado, patas cortas e importantes diferencias se encuentran en sus piezas dentarias con defensas que describen una forma espiral y sus molares con cúspides robustas que le permitieron alimentarse de hojas y ramas de arbustos y árboles en sitios por lo general a gran altitud sobre el nivel del mar dentro de bosques de coníferas, tropicales, matorral, bosques de espina y sitios con vegetación acuática.
Esta especie, el C. tropicus, el último de los Cuvieronius llegó al final del Pleistoceno y al parecer encontró en México un último refugio, bastante cerca de donde se han hallado los gonfoterios americanos más antiguos de su género.
Seguramente el hombre, recién llegado a América fue un factor clave en la desaparición de estos proboscídeos, aunque por supuesto el calentamiento global que ocurría en ese entonces ya tenía bajo mucha presión a este y a todos los demás representantes de la megafauna americana.
Texto: Sergio de la Rosa
Elefantes (Elephantidae)
Los gonfoterios se originaron hace más de 12 millones de años en América, de ahí se trasladaron a Eurasia y en ambos territorios prosperaron, incluso surgieron especies con cuatro defensas y mandíbulas inferiores gigantes a manera de "prehistóricas palas".
Arroyo Cabrales, J., Polaco, O.J. Y Johnson, E. 2005. La Mastofauna del Cuaternario Tardío en México. Instituto Nacional de Antropología e Historia. Bases de datos SNIB-CONABIO proyecto No. G012. México D.F.