El hormiguero gigante u oso hormiguero, un edentado que en tiempos modernos tuvo una distribución histórica que abarcó desde el este de Guatemala y el sur de Belice hasta Uruguay, a principios del Pleistoceno también habitó Norteamérica. El estado de Sonora, México tiene el registro fósil más septentrional.
Con alrededor de 60 cm al hombro, 2.1 m de largo y 40 Kg. de peso, el hormiguero gigante es el representante más grande de la familia de los hormigueros. De color gris y con una larga cola muy tupida de pelo, también se distingue en esta especie una banda diagonal negra bordeada de blanco ubicada en sus costados. Se alimenta de hormigas y termitas a las que extrae de sus montículos al destruirlos con sus patas delanteras y sus tenaces garras, luego introduce su pegajosa lengua (de 60 cm de largo) para capturar dichos insectos. Es común encontrarlo en los pastizales tropicales de Suramérica aunque hasta hace algunos años también se podía ver en los bosques de tierras bajas de Centroamérica, lugar donde probablemente ahora esté extinto o en grave riesgo de extinción.
Su presencia al norte del continente sugiere la existencia de antiguas sabanas en forma de corredor a través de la República mexicana y un clima más tropical que el de nuestros días; al parecer el ambiente desértico que identifica esa región de México es un fenómeno relativamente reciente que se desarrolló hace 10 milenios, al finalizar la última Edad de Hielo.
Texto: Sergio de la Rosa
Hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla)
Si bien el hormiguero gigante es un animal muy tímido que incluso se vuelve nocturno al estar cerca de una zona con creciente población humana, si se le acorrala, enfrenta a sus oponentes con tal eficacia que incluso, se sabe, pueden vencer el jaguar.
Arroyo Cabrales, J., Polaco, O.J. Y Johnson, E. 2005. La Mastofauna del Cuaternario Tardío en México. Instituto Nacional de Antropología e Historia. Bases de datos SNIB-CONABIO proyecto No. G012. México D.F.