La información generada en el Sistema de Monitoreo de los Manglares de México, también es utilizada para analizar aspectos de la ecología del paisaje. Se evalúan patrones espaciales de los parches, clases de cobertura, o el paisaje en su conjunto y se complementa con la generación de diversos índices, para determinar en forma sintética las características de fragmentación, conectividad y amenazas o integridad del ecosistema por su relación con áreas compartidas con clases antrópicas en cada estado.
La fragmentación es el proceso en el que una cobertura, generalmente, natural y compacta va perdiendo superficie y empieza a disgregarse hasta convertirse en “islas” (o parches de diferente extensión) dentro del espacio geográfico. Este proceso de formación de fragmentos en hábitats naturales, por lo general, es producto de patrones de cambio de uso del suelo de diferente intensidad asociados a actividades antrópicas.
La conectividad está directamente relacionada con la fragmentación ya que conforme el paisaje se fragmenta, la integridad del paisaje disminuye afectando su estructura. La pérdida de la conectividad es una de las mayores amenazas para la biodiversidad y el mantenimiento de las funciones ecológicas del paisaje. La conectividad del paisaje es una parte fundamental de las estrategias modernas de conservación de la biodiversidad y su manejo puede ser una herramienta para contrarrestar los potenciales efectos adversos de la fragmentación del hábitat (Saura et al. 2011).
Los mapas estatales de conectividad de manglares de 1970/1980, 2005, 2010 y 2015 pueden ser consultados y descargados del Geoportal de la Conabio en Biodiversidad → Monitoreo de manglares → Fragmentación y conectividad.
Fragmentación natural del manglar
Fragmentación del manglar por actividades antrópicas