Me encantaba conocer las lagunas costeras mexicanas; abarqué casi por completo la costa del Golfo de México, pero también incursioné en las costas del Pacífico mexicano.

Estudié la carrera de biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM (1974); ahí comenzó mi interés por la dinámica de los nutrientes y la producción primaria del fitoplancton en las lagunas costeras. Más tarde hice el doctorado en ciencias biológicas en la UAM-Iztapalapa (2000). Mi investigación se centró en la caracterización de 39 lagunas costeras de México. El comité de mi tesis estuvo formado por el Dr. José Luis Arredondo Figueroa, el Dr. Alfonso Vázquez Botello, el Dr. Francisco Flores Verdugo, la Dra. Margarita Gallegos Martínez y el Dr. Francisco Gutiérrez Mendieta. De todos ellos aprendí muchísimo y con todos quedé muy agradecido.

En la Universidad Autónoma Metropolitana pasé la mayor parte de mi vida académica y ahí consolidé su labor de investigación, docencia y difusión de la cultura. Estudié el estuario de Tuxpan y la laguna de Tampamachoco y la laguna de Tamiahua en Veracruz.

Mi pasión profesional dio muchos frutos, uno de gran importancia fue la creación de una gran base de datos sobre las condiciones de muchísimos ecosistemas costeros; esta se consolidó a lo largo del tiempo y a la fecha conforma el Centro de Documentación de Ecosistemas Litorales Mexicanos (CDELM), de la UAM-I, único en América Latina.

También me preocupé por buscar soluciones a los problemas de sobreexplotación de los recursos pesqueros y de contaminación que afectan a estos ecosistemas; por ello fui promotor de varios cursos y talleres sobre la conservación de los humedales de México y el mundo.

Ocupé diversos cargos administrativos, impartí muchísimos cursos de licenciatura y publiqué varios libros, uno de ellos titulado “Las Lagunas Costeras Mexicanas”, el cual fue un importante referente por décadas. Fui un gran apasionado de la música, de la literatura y del buen café.