Nací en la ciudad de México en 1852. Mi padre fue Ignacio Ramírez “El Nigromante” (1818-1879), destacado escritor, poeta, abogado y político y mi madre fue Soledad Mateos Lozada, que venía de una familia de periodistas. Fui el tercero de cinco hermanos, todos hombres.

Después de concluir mis estudios en la Escuela Nacional Preparatoria en 1898 ingresé a la Escuela Nacional de Medicina de la cual me titulé con el trabajo “Estudio sobre la fiebre puerperal” en 1875. También estudié en el Instituto Pasteur en Francia donde aprendí los últimos adelantos en bacteriología.

Mi labor profesional comenzó como preparador y conservador del Museo de Anatomía Patológica de la Escuela Nacional de Medicina. A partir de este momento, a pesar de haber estudiado medicina me aboqué a la zoología, botánica y a los sistemas de clasificación de los seres vivos.

En 1892 me casé con María Macedo González Saravia. Fuí preparador de la clase de Historia Natural en la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria y profesor de Historia Natural en el Museo Nacional. Más tarde fui nombrado profesor del Instituto Médico Nacional, lugar donde desarrollé gran parte de mi obra y del cual fui uno de sus fundadores. Me desempeñé también como secretario del Consejo Superior de Salubridad, por lo que fui representante del gobierno mexicano en una diversidad de reuniones.

Dentro del Instituto Médico me encargué de la clasificación y descripción de los ejemplares que ingresaban a éste. Asimismo, me ocupé de incrementar el acervo del herbario de dicho instituto.

Escribí numerosos trabajos, uno de ellos Introducción para una flora del Valle de México (1898) que sirvió como instrumento para identificar las diferentes especies vegetales que crecen en esta parte de la República Mexicana. Fui coautor junto con el médico naturalista Fernando Altamirano Carbajal, de "La lista de nombres vulgares y botánicos de árboles y arbustos propios para repoblar los bosques de la República (1894)", obra que compila el conocimiento de varias plantas, incluye sus nombres vulgares y científicos, la manera en que crecen así como el clima donde habitan. Y finalmente, mi libro póstumo Estudios de Historia Natural (1904), recoge gran parte de mi labor científica que había sido publicada en memorias, lecturas en turno o informes de trabajo. Fallecí en 1904