Me gustaba ir a descansar al Totocalli o “Casa de las aves”. Ahí albergaba gran cantidad de animales silvestres, mandados traer desde todos los rincones de mi imperio y las mantenía en condiciones similares a las naturales. También esperaba con anticipación la aparición de Tonatiuh en los solsticios y equinoccios desde los aposentos de Chapultepec.
Fui quizás el más famoso gobernante mexica ya que mi reinado coincidió con un evento que ha sucedido pocas veces en la historia: el encuentro entre dos mundos. Moctezuma quiere decir “el que se hace respetar”. Me llamaban Xocoyotzin, es decir “el joven”, para distinguirme de mi bisabuelo el tlatoani Moctezuma Ilhuicamina, o “el viejo”. Nací en 1467. Mi padre fue el sexto tlatoani Axáyacatl (1449?-1481) y mi madre fue Izelcoatzin, hija de mi abuelo, el gran gobernador acolhua Nezahualcóyotl (1402-1472).
Antes de asumir el poder, fui un notable militar y guerrero. Mi gobierno empezó cuando tenía 35 años, después del gran tlatoani Ahuizotl, quien murió ahogado en la construcción del acueducto que llevaba agua de Coyoacán a Tenochtitlán. Goberné de 1502 a 1520, época en la que el imperio mexica se encontraba en su máximo esplendor, tanto en el aspecto político como económico. Logré extender nuestro dominio en gran parte de Mesoamérica. Muchos historiadores sostienen que fui un gobernante supersticioso y débil que me dejé conquistar por los españoles, mientras que otros defienden mi sabiduría y refinamiento.
Me gustaba pasar el tiempo en el Cerro del Chapulín. Ahí habían tenido sus casas de campo varios tlatoanis. En la cima del cerro, en donde hoy se encuentra el Castillo había un gran templo. Desde ahí se podía contemplar todo el Lago de Texcoco. En la ladera oriental, tenía yo tres aposentos desde donde podía ver la salida del sol detrás de las montañas durante los equinoccios y solsticios. En la base de la montaña orientada hacia el norte, estaba la cueva que llevaba hacia el observatorio astronómico. Hoy el observatorio se ha convertido en el espacio por donde sube el elevador del Castillo. Hacia el sur, estaba una gran piscina, que se conoce ahora como los Baños de Moctezuma.
Me gustaba salir de cacería y cazar con mi cerbatana. Cada año, en la fiesta de Huey Tozoztontli, el tercer mes en abril y mayo, después de que el maíz estaba sembrado, subía al santuario tetzacualco del Cerro Tláloc (4,125 m) acompañado por los señores de Texcoco, Tlacopan y Xochimilco a pedir un buen año al dios Tláloc.
Una de mis grandes obras fue la construcción de un gran palacio que además de ser un lugar de habitación, era un centro donde confluían un sinnúmero de actividades. Se impartían las leyes, se almacenaban armas y se llevaba el control de los tributos que pagaban las 350 ciudades-Estado conquistadas. También había talleres en los que se producían objetos de muy diversos tipos. Dentro del palacio tenía estanques con aves y peces, así como jardines y huertos. Además contaba con el Totocalli o “Casa de las aves”, que albergaba gran cantidad de especies silvestres, mandadas traer desde todos los rincones del imperio, a las cuales se les mantenía en condiciones similares a las naturales. En el terreno donde otrora se ubicaba mi Palacio, actualmente se encuentra el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo federal, en el centro histórico de la Ciudad de México.
La Casa de las aves estaba organizada en cuatro secciones: aves, como garzas, águila real, pericos, guacamayas, quetzales, cardenales, chachalacas y codornices; mamíferos, donde había lobos, pumas, jaguares, gato montés, zorras, pecaríes, bisontes y osos; serpientes y otros reptiles y anfibios. Además tenía estanques de agua salada y de agua dulce.
En el Cerro de Chapultepec se esculpió una imagen mía, vestido como Xipe-Tótec, dios de la Guerra. Aunque fue muy maltratada, aun se pueden leer las fechas de acontecimientos importantes de mi vida, el día de mi nacimiento (1 caña, 1467), el día de mi coronación (1 cocodrilo, 11 Caña, 1503) y el último Fuego Nuevo (2 Caña, 1507)
En 1506 construí el Teocalli de la Guerra Sagrada, monumento que incluye la representación más antigua de la fundación de Tenochtitlán. En el año de 2 caña (1507) celebré la última ceremonia del Fuego Nuevo de la época prehispánica en el Huixachtécatl, el señor huizache (hoy Cerro de la Estrella). Esta ceremonia se celebraba cada 52 años cuando los dos calendarios, el Xiuhpohualli de 365 días, y el Tonalpohualli de 260 días, se emparejaban. Ahí nos reunimos los tres señores de la Triple Alianza. También me gustaba ir cada año a Teotihuacán a meditar. Para llegar tenía que recorrer 40 kilómetros al noroeste de Tenochtitlan, 20 kilómetros por agua y 20 por tierra.
En 1517 y 1518 se acercaron a la península de Yucatán las expediciones de Francisco Hernández de Córdoba (1475-1517), de Juan de Grijalva (1490-1527) y finalmente la de Hernán Cortés (1485-1547), enviadas por el gobernador Diego Velázquez de Cuellar (1465-1524) desde la isla de Cuba. Estas visitas coincidieron con la promesa de Quetzalcoatl de regresar del oriente en el año Ce Acatl (1519). El 8 de noviembre (del calendario juliano) me encontré con Hernán Cortés, en la calzada de Iztapalapa (hoy, calzada de Tlalpan). Él venía acompañado con cientos de soldados españoles y miles de indígenas tlaxcaltecas y totonacas.
En mayo de 1520, durante la celebración del Tóxcatl, en el quinto mes, el cruel Pedro de Alvarado (1485-1541) y en ausencia de Hernán Cortés, realizó una matanza contra los mexicas a traición y a mi me tomaron preso. Existen varias razones adjudicadas a mi muerte en 1520. Algunos dicen que fue una pedrada en la cabeza que me aventó mi propio pueblo por verme del lado de los conquistadores. Otras versiones dicen que fui apuñalado por los españoles.
Tuve muchos hijos con mis esposas y concubinas. Mis principales esposas fueron Tlapalizquixochtzin, de Ecatepec, Tlacuiloxochtzin y Tezalco Tecuichpo de Totlalco. Entre mis hijos favoritos estaba Chimalpopoca quien murió en la Noche Triste. Mi adorada hija Tecuixpo Ixtlaxochitl (“Flor blanca”)(1509-1550) tuvo una vida breve y muy difícil. Se casó con mi hermano Cuitláhuac (1476-1520), quien venciera a los españoles en la Noche Triste, pero él murió de viruela a los 80 días de casado cuando ella tenía tan solo 11 años. Después se casó con mi primo hermano Cuauhtémoc (1496-1525), pero tampoco le duró el gusto quedando viuda por segunda vez a los 16. Tecuixpo fue bautizada como Isabel Moctezuma por Hernán Cortés. En 1526 se casó con Alonso de Grado y más tarde con Pedro Gallego de Andrada. Ambos murieron en breve tiempo, quedando Isabel viuda por cuarta vez a sus 20 años. Mi hija Isabel tuvo una hija con Cortés, que se llamó Leonor Cortés y Moctezuma, a la que nunca quiso reconocer y un hijo, Juan Andrada y Moctezuma, con Pedro Gallego. Su quinto esposo fue Juan Cano de Saavedra con quien tuvo cinco hijos (un sacerdote y dos monjas).
Muchos descendientes de mi familia actualmente viven en Flandes, que es hoy parte de Bélgica. Y en Extremadura, España, existe un gran edificio conocido como el palacio de Moctezuma donde vivieron algunos de mis descendientes.
Sobre mi palacio de Tenochtitlan, se construyó la Casa de Moneda que más tarde se convirtió en el Museo Público de Historia Natural, Arqueología e Historia, donde sesionaba la honorable Sociedad Mexicana de Historia Natural.
Quetzal mesoamericano (Pharomachrus mocinno). Foto: Miguel A. Sicilia Manzo / Banco de imágenes, CONABIO
Moctezuma visita en Chapultepec los retratos de los antecesores (1895). Daniel del Valle
Ahuehuetes de Chapultepec, José María Velasco 1872
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