Desde muy pequeña me interesó el estudio de las ciencias naturales y como me preparé para ser maestra, uní estas dos pasiones dedicándome a elaborar libros de texto sobre la naturaleza, la botánica, la zoología y la biología. Junto con Imelda Calderón, fuimos las primeras personas en escribir libros de texto para la Secundaria.
Nací en París en 1896, y ese mismo año, mis padres -que estaban en tránsito, desde Inglaterra- llegaron a la Ciudad de México. En esta ciudad transcurrió toda mi vida. Mi padre Leslie Gustav Motts era de profesión contador y mi madre se llamaba Carolina Mary Beal.
Fui una mujer culta, amante de toda clase de arte y enamorada de la naturaleza; retraída y hasta cierto punto solitaria; con vena de escritora; de frágil y pequeña figura, pero de constitución longeva, siempre solidaria y excelente amiga.
A los dieciséis años, en pleno periodo revolucionario, perdí a mi madre y quedé, junto con mi papá, al frente del hogar y a cargo de mi hermano menor. Mi familia, en tiempos del porfiriato, gozaba de una situación acomodada, pero por causa de la Revolución esta situación cambió drásticamente.
Después de haber cursado la Primaria Superior ingresé, a los trece años de edad, a la prestigiada Normal de Profesoras y prontamente me puse a trabajar como maestra. En la Normal me dieron clases grandes personajes como la pedagoga Genoveva Cortés y Samuel García quien impartía Anatomía, Fisiología e Higiene y también recibí brillantes cátedras de ciencias naturales con Luis Murillo y las humanidades con Dolores Correa, Margarita C. Quijano y Laura Méndez de Cuenca.
Otras grandes mujeres con las que contemporicé en la Normal fueron Soledad Anaya Solórzano, quien llegara a ser Directora General de Segunda Enseñanza en México, Palma Guillén “La Octavia Sabia” y primera diplomática mexicana y, quien se convirtiera en una gran colaboradora, Imelda Calderón autora de libros de biología.
Años después de egresar de la Normal de Profesoras comencé a dar cátedra de Botánica en la Normal de Maestros y ahí escribí en 1929 mi primer libro de texto, Nociones de Botánica. En 1930 formé parte del grupo fundador de la Secundaria No.8, escuela que fue modelo de excelencia para este nivel de enseñanza en México. Hoy la escuela se llama “Tomás Garrigue Masaryk”, en honor al fundador de Checoslovaquia, y su precioso edificio el exconvento de Madres Teresianas (1903) que sobrevive en la colonia San Pedro de los Pinos en la Ciudad de México.
Las maestras formadas en las primeras décadas del siglo XX, estábamos muy bien preparadas en ciencias físicas y naturales, razón por la cual fue posible matricularme en 1922 en la Facultad de Altos Estudios, donde se preparaba a los maestro y maestras, a nivel de estudios universitarios, para impartir clases en Secundaria, Normal y Preparatoria.
De ahí egresé con dos carreras: la de Profesor Universitario en Ciencias Naturales y la de Directora de Escuelas Primarias (donde fui la única titulada) esto ocurrió en 1927. En Altos Estudios recibí cátedra del gran naturalista Alfonso L. Herrera, de los botánicos Carlos Reiche y Guillermo Gándara, de Isaac Ochoterena, de Tomás C. Perrin y Karl Lafrentz en ciencias naturales. En humanidades, mis maestros fueron Ezequiel A. Chávez, Moisés Sáenz y Antonio Caso, entre otros grandes profesores; además compartí banca con Enrique Beltrán y Maximino Martínez.
Para 1931 publiqué mis Nociones de Botánica, pero ahora, con los dibujos de la profesora e ilustradora científica Imelda Calderón, con quien establecí una dupla para elaborar libros de texto, que duró toda nuestra vida.
De esta manera, fuimos las primeras personas en México en publicar libros de texto de botánica y zoología, para los niveles de enseñanza Secundaria, Preparatoria y Normal. También hicimos libros llamados La Naturaleza para el tercero, cuarto, quinto y sexto grados de enseñanza Primaria y, por último, me siento muy orgullosa de haber elaborado en 1945, los libros-manual de Ciencias Biológicas para el aprendizaje de miles de maestros de Primaria en todo el país.
Durante 1930 a 1948, Imelda Calderón y yo, escribimos e ilustramos veinte títulos diferentes y alcanzamos dos millones de ejemplares publicados y distribuidos hasta principios de los años setenta del siglo XX.
Fui gran difusora de la biología, explicada como una disciplina de unidad e integración, nunca desvinculada de la cultura cívica, del respeto por la riqueza natural y el aprecio por la diversidad de los seres vivos.
De esta manera, Imelda Calderón y yo, nos hicimos acreedoras a la honrosa categoría de ser las primeras biólogas y pioneras en la enseñanza de la Biología en México. Fallecí en la Ciudad de México el día 11 de diciembre de 1986 a los 90 años.
Contribución de Patricia Duarte Sánchez
Motts, I.E., e I. Calderón. 1971. Nociones de Biología. Segunda parte. Para uso de las Escuelas de Segunda Enseñanza. Ed. Porrúa, México.
Motts, I.E. 1929. Nociones de Botánica. Curso experimental para uso de las escuelas secundarias, normales y preparatorias. Tip, Guerrero Hermanos.
Motts, I.E., e I. Calderón. 1934. Estudio de la Naturaleza. Para Uso del Primer Grado del Segundo Ciclo de Primaria. Primera Parte. Imprenta Patricio Sáenz, México.
Motts, I.E., e I. Calderón. 1971. Nociones de Biología. Segunda parte. Para uso de las Escuelas de Segunda Enseñanza. Ed. Porrúa, México.
Duarte, M.P. 2020. Irene Elena Motts e Imelda Calderón, pioneras en la enseñanza de la biología en México (1930-1948). Tesis de Doctorado en Filosofía de la Ciencia. UNAM.