Mejor conocida como “maestra Chela” entre mis alumnos y colegas, fui una de las personas más importantes para la botánica en México. Recorrí buena parte del país, pero mis estudios se enfocaron en la flora y vegetación de San Luis Potosí, del Valle de México y del Bajío y sus alrededores. Mi libro “Flora fanerogámica del Valle de México” y la serie de fascículos de la Flora del Bajío y sus alrededores son dos de las obras más importantes sobre la botánica del centro de México que existen ahora para la docencia y la investigación. Como tributo a mi tierra natal estudié las malezas de Salvatierra, Guanajuato y como resultado escribí un libro.
Nací en Salvatierra, Guanajuato, el 14 de julio de 1931. Mis padres fueron Don Rafael Calderón Zamudio y Doña Carmen Díaz-Barriga Aguilar, fui la menor de cinco hijos. Mis padres siempre fueron muy estrictos, mi papá era enérgico, algo exigente, ya después cuando crecí se “volvió muy facilito”. Esto seguramente orientó mi vida académicamente. Cursé mi educación primaria en mi ciudad natal. Viví ahí hasta que cumplí los 9 años, cuando junto con mi familia nos fuimos a vivir a la Ciudad de México en 1940 en busca de mejores oportunidades de educación para los hijos.
Después de cursar la Vocacional en el área de Estudios Médico-Biológicos, entre 1947 y 1948, ingresé en 1949 a la carrera de Biología en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional. En la Escuela de Ciencias Biológicas, Biología era muy popular en aquellos años, no me acuerdo de que circunstancia me hizo tomar la decisión de ser Bióloga. Pero mi gusto por los animales seguramente influyó y dio paso a la botánica. Era tan buena estudiante que, aunque faltaban dos años para titularme, ya impartía clases en la ENCB. Fue ahí donde también conocí a mi esposo el también botánico Jerzy Rzedowski, fue en el segundo año de la carrera cuando coincidimos en el mismo turno, estudiábamos juntos Zoología.
En 1954 él se tituló, y recibió una invitación para trabajar en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Nos casamos en julio de ese mismo año y nos mudamos a San Luis Potosí. ¡Qué mejor luna de miel que explorar los alrededores desérticos de la ciudad! Me enamoré tanto de esta vegetación, que decidí que mi tesis profesional sería “La vegetación del valle de San Luis Potosí”, dirigida por el Dr. Federico Bonet, quien también había asesorado a mi esposo.
Nuestra llegada a la UASLP cambió la historia de la botánica en el estado. Juntos fundamos la primera dependencia científica de la universidad: el Instituto de Investigación de Zonas Desérticas (IIZD). Sin embargo, el financiamiento de nuestro trabajo era precario, pues sólo Jerzy recibía salario, aunque ambos realizábamos investigación. Además, su salario era tan pequeño que la UNAM tuvo que ofrecerle un complemento. No teníamos presupuesto para nada más. Las exploraciones botánicas las realizamos en transporte público o en el automóvil que mi familia nos regaló, y a veces la Secretaría de Agricultura y Ganadería nos prestaba un vehículo. Tres años después, en 1957 la UNAM nos prestó, y finalmente donó, un jeep que había sido utilizado en la construcción de Ciudad Universitaria.
En 1955, justo al año de casados, nació Martha, nuestra primera hija. La tuvimos en la Ciudad de México, pero pronto volvimos a San Luis Potosí donde yo continué mis exploraciones botánicas. En 1957 concluí el trabajo de campo y me apresuré a terminar el escrito de mi tesis, que el Dr. Bonet aprobó. Presenté mi examen profesional, y al titularme, recibí el Premio Francisco Estrada de Investigación Científica por parte del gobierno potosino en 1957.
La parte central de mi tesis fue la descripción detallada de ocho tipos de vegetación del Valle de San Luis Potosí. La acompañé de una serie de hipótesis sobre la sucesión ecológica por efecto de la alteración de la vegetación natural a consecuencia de las actividades humanas. Por ejemplo, los ferrocarriles de vapor que circularon hasta poco después de la Revolución requerían una gran cantidad de carbón y madera para los durmientes, mismos que se extrajeron de los bosques y mezquitales circundantes a las vías, modificando considerablemente la vegetación.
Mi trabajo incluyó un catálogo de la flora del Valle de San Luis Potosí, con un total de 759 especies, incluyendo plantas domesticadas y arvenses. A la fecha los cerca de 900 especímenes que colectamos para mi tesis están depositados en el herbario de la UASLP, aunque muchos llevan sólo el nombre de mi esposo como colector. Mi trabajo también incluyó un recuento histórico de las expediciones botánicas que se hicieron en la zona, incluyendo las personas que vivieron o pasaron por la ciudad con estos propósitos. Esto fue muy importante para revalorar la actividad botánica de quienes habían trabajado previamente en el estado, por ejemplo, la del farmacéutico potosino Isidro Palacios. Así, el trabajo de mi tesis en el Valle fue la primera prueba de lo que haríamos en el resto de San Luis Potosí. Pues juntos recorrimos todo el estado, exploraciones de las que más tarde surgiría la tesis de doctorado de mi esposo, la cual defendió en 1961 en la UNAM.
En 1958 la familia Rzedowski-Calderón viajamos a Francia para una estancia académica enfocada en aprender métodos de investigación fitosociológica. Volvimos en 1959 y nos instalamos esta vez en la Ciudad de México, pues mi esposo aceptó la invitación de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo para fundar el Colegio de Postgraduados. Por esas fechas yo me tomé un par de años por los nacimientos de mis otras dos hijas, Ernestina y Anita. Al poco tiempo de que esta última nació, en 1963, volví a la academia, incorporándome como profesora a mi alma mater, la ENCB. Allí permanecí como profesora de tiempo completo por 19 años, hasta que en 1985 me incorporé junto con Jerzy al Instituto de Ecología A.C., del que fundamos una nueva sede en Pátzcuaro, Michoacán.
En 1979 publicamos el primer volumen del libro “Flora fanerogámica del Valle de México”, el segundo y tercer volúmenes salieron a la luz en 1985 y 1990, respectivamente. La idea de la elaboración de esta obra tuvo su origen en las necesidades a las que nos enfrentábamos como profesores de botánica en la ENCB, pues no había en esa época un texto que nos permitiera llevar el proceso de identificación de las plantas de la zona hasta el nivel taxonómico de especie. Pero más allá de ser una herramienta didáctica, también la concebimos como un instrumento de trabajo para todas las personas interesadas en las plantas de la región, desde especialistas en botánica y ciencias ambientales hasta naturalistas por afición. El libro fue muy exitoso, por lo que se produjo una segunda edición en 2001 y una reimpresión en 2005, auspiciadas por el Instituto de Ecología y la CONABIO. En su portada, está la atractiva flor del lirio azteca, pintada en una hermosa acuarela de Elvia Esparza. El éxito de la “Flora fanerogámica del Valle de México” fue tal, que a la fecha es muy difícil conseguir un ejemplar impreso, pero afortunadamente el libro puede también consultarse de forma digital y gratuita.
En 1985 establecimos nuestra residencia en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, para iniciar un nuevo proyecto al que llamamos “Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes”, que involucró el estudio de las plantas vasculares silvestres que crecen en los estados de Guanajuato, Querétaro y el norte de Michoacán. Los resultados se están publicado como una serie de fascículos. En este proyecto trabajé activamente en las exploraciones de colecta, en la revisión de familias y en el trabajo editorial hasta el año 2014, cuando mi salud se quebrantó al punto de ya no permitirme continuar.
En el año 1997, el Instituto de Ecología, A.C., me declaró Investigadora Emérita. En 1998 la Sociedad Botánica de México me distinguió con la Medalla al Mérito Botánico. A luz del nuevo milenio recibí el Premio Estatal de Ciencias Alfredo Dugés, otorgado por el congreso del estado de Guanajuato en 2001. También, recibí el doctorado honoris causa por parte de la Universidad Autónoma Metropolitana en el año 2010. Pero el mayor honor botánico que recibí fue que se denominaron dos géneros y 11 especies de plantas en mi nombre, los géneros son: Graciela y Gracielanthus.
Fallecí en la Ciudad de México el 2 de enero del 2022. Vivía ahí desde hacía algunos años junto con mi querido esposo Jerzy, a quien yo solía llamar Jorge. La triste noticia de mi muerte enlutó, además de a mi querida familia, al IPN, al Instituto de Ecología A.C., a la CONABIO, a la Sociedad Botánica de México y a muchas otras instituciones, pero sobre todo entristeció a la comunidad botánica de la que tuve el placer de formar parte por muchos años. Un sin fin de estudiantes encontraron en mí, en mis publicaciones y enseñanzas inspiración y ayuda para apreciar, conocer y buscar conservar la notable y hermosa flora de México. Mi vida estuvo llena de emociones encontradas, lado a lado siempre con Jorgito, quien fue el pivote de mi vida y con quién siempre encontré animó para realizar exploraciones botánicas y compartir el conocimiento aprendido y la misma vida.
Contribución de Rosa María Murillo, Sergio Zamudio, Griselda Benitez y Alicia Mastretta
Parroquia de Nuestra Santísima Madre de la Luz, Salvatierra, Guanajuato Creative Commons 3.0 Djraffa84
Villa Hidalgo, San Luis Potosí, Foto: Jerzy Rzedowski
Calderón de Rzedowski, G. y J. Rzedowski,. 2004. Manual de malezas de la región de Salvatierra, Guanajuato. Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes Fascículo complementario XX Instituto de Ecología, A.C.- Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Flores Guevara, S. 2012. Capítulo 4.- Tres voces diferentes: Graciela Calderón Díaz Barriga: Entre especies, flores y botánica; extraordinaria, inconfundible, esencial. En Valles Ruiz R.M. (Coordinadora) Voces Diferentes. Mujeres Científicas en México (I). Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Reyes Agüero, J.A. y E. Carranza González. 2020. Los botánicos Rzedowski-Calderón en San Luis Potosí. Universitarios Potosinos, Num. 243, pp. 10-15.
Rzedowski, G. C. de, J. Rzedowski y colaboradores, 2005. Flora fanerogámica del Valle de México. 2a. ed., 1a reimp., Instituto de Ecología, A.C. y Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Pátzcuaro (Michoacán), 1406 pp.
Serrano, V., R. Pelz y S. Zamudio (eds.). 1994. Los Rzedowski. Dos Grandes Personalidades de la Botánica. Universidad Autónoma de Querétaro, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Querétaro. 100 pp.